27 de mayo de 2012

Comedias Románticas.



Una comedia romántica. Una comedia romántica es el ejemplo claro de lo estúpidos que nos ponemos cuando estamos enamorados. Es la mejor manera de poder reírnos del amor y de nosotros mismos mientras nos identificamos. Vamos a empezar hablando de las características básicas del género: una regla fundamental en una buena comedia romántica es que los personajes protagónicos tienen que ser netamente opuestos, antagónicos, diferentes. Esto nos sirve y nos asegura que el día en que estos se conozcan, se van a llevar horriblemente mal. Esto es esencial, ya que a lo largo de la historia, estos personajes van a vivir situaciones de encuentro y de desencuentro. Básicamente, situaciones de desencuentro. Todo va a indicar que el amor entre ellos es realmente imposible; y para lograr esto, se utilizan recursos básicos, como por ejemplo: situaciones de equívocos, confusiones o malos entendidos. Como contrapartida, aparece el segundo elemento fundamental: el factor mágico. En algún determinado momento van a empezar a aparecer situaciones mágicas que van a ir indicando que el amor de los personajes debería llegar a buen puerto. Y, bueno, el tercer elemento: el amor. Hay amores picantes, amores suaves y amores que mejor ni probarlos. Hay amores de mundos opuestos, claro ejemplo: el rico y la pobre. Clásico. Hay amores que parecen imposibles, inalcanzables.


Cuando yo digo “no”, en realidad estoy diciendo “no, por ahora”; y cuando digo “no, por ahora” en realidad estoy diciendo “sí”. 


Es sólo cuestión de tiempo y de saber interpretar. Tomarle el lado divertido a la pequeña comedia romántica que nos armamos cada vez que queremos jugar un poco al amor. Hay muchos tipos de amor, pero todos estos tipos de amores diferentes tienen un factor en común: la valentía. Y ahí radica la esencia de la comedia romántica: en el valor que tienen los protagonistas de enfrentar las adversidades sin miedo, sólo por amor. Porque es así ¿no? Lo gracioso y cursi de las comedias románticas es que los personajes se la juegan por amor y lo que hacen lo hacen por amor, por eso se ven estúpidas, pero al final nos saca una sonrisa y pensamos “qué bonito seria vivir una historia de amor como el de las comedias románticas”, ¿o no?


Ustedes me podrán decir “bueno, las comedias románticas son fantasiosas”, “eso pasa sólo en las películas”, pero díganme ¿no es asi como uno vive cuando está enamorado o enamorada? 

24 de mayo de 2012

Lo digo con mimica.



Te podría decir tantas cosas. Antes no podía entender a la gente que se quedaba muda en ocasiones. “Yo no podría, necesito decir todo lo que me pasa” y así soltaba la bomba. Siempre he sido muy directa. Defecto o no, así soy yo. Pero hoy es diferente, te diría tantas cosas, pero no me salen las palabras. Siento que me quedo muda y tal vez sea lo mejor, porque a veces… a veces es más claro un gesto que una palabra. A veces los gestos son más tercos que las palabras, uno puede cerrar la boca, pero enmudecer el cuerpo es casi imposible, salvo que te paralicen el cuerpo con un gesto tan implacable que te dejen en shock. Así como yo en estos momentos, que te besaría y sólo así podría decirte lo que siento por ti. Que te agarren la mano “quédate a mi lado”, un abrazo “todo va a estar bien”, una caricia en el rostro “te quiero tanto”, y así se pueden ir interpretando las cosas. Es que a veces… a veces los gestos son tan claros que nos dejan mudos, casi con la boca abierta.

Curiosidades de la vida.


La vida nos resulta muy curiosa. Pasamos tiempo preguntándonos cual es el sentido, ¿para qué luchar?, ¿para qué resistir?, ¿por qué la vida es una eterna pelea? Sí, la vida es curiosa y nos da vuelta, está llena de giros absurdos e inexplicables. La vida nos sorprende con esas casualidades tan sospechosas. Tanto que nos hacen pensar que todo tiene un para qué, un sentido. La vida cambia todo el tiempo. No nos deja acostumbrarnos a un golpe, que enseguida viene otro atrás. Y uno se sorprende siempre y así sigue preguntándose por el sentido de todo. Preguntándose el sentido de estar presente en el momento y el lugar equivocados. El sentido de ser buenos y malos. ¿Habrá premios y castigos para unos y otros?. Uno pasa por la vida haciéndose esas preguntas y muchas otras más pero en el fondo todo se resume en una sola: ¿cuál es el sentido de la vida?
Pero llegas a un punto en el que empiezas a entender las idas y vueltas que nos juega el destino, y es así, uno pasa la vida preguntándose por el sentido de la vida, esperando ese algo que falta y que nos hará felices. Pero, tal vez la respuesta sea que la vida no tiene sentido, que simplemente se vive y simplemente viviendo, podamos decir algún día que todo lo que hicimos, hacemos y haremos valió, vale y valdrá la pena. Porque solo nosotros somos arquitectos de nuestro destino y por lo tanto, de nuestra felicidad. Y solo en nosotros está la capacidad disfrutar lo que tenemos sin estar anhelando lo que queremos.

18 de mayo de 2012

Instrucciones para cumplir una promesa.



Cuando uno promete algo a alguien, es como cuando le das un cheque, tienes que tener fondos para poder pagarlo. Una promesa es como si pudieras viajar en el tiempo y asegurarte que en un futuro las cosas van a ser como tú dices y poder asegurarle a esa persona que todo va a salir bien. Una promesa no se basa en un “quizá” o un “tal vez”, una promesa es un hecho, es decirle a alguien “cuenta con eso”. Uno es responsable de lo que promete, como en el principito “uno es responsable para siempre de aquello que ha domesticado”, bueno así es este contrato, uno es responsable de cumplir lo que ha prometido. Para poder cumplir una promesa hay que resistir, porque uno nunca promete una cosa fácil, siempre prometemos cosas difíciles que llevan sacrificio y esfuerzo. Una promesa que no se cumple, es una deuda incumplida que te persigue vayas donde vayas. Para cumplir una promesa hay que tener fe. Para cumplir una promesa hay que ser perseverante. Para cumplir una promesa no hay que debilitarnos en el primer obstáculo o primera batalla perdida. Para cumplir una promesa hay que darle valor a las palabras. Una promesa es un juramento donde la palabra es garantía. Es darle la confianza a la otra persona para que crea en ti. En estos tiempos donde las palabras han perdido su poder, dónde por cada esquina escuchas un “Siempre voy a estar contigo” “Nunca te voy a dejar sola” “Te amaré para toda la vida” y luego de un tiempo, sigues diciendo lo mismo, pero a otra persona. Debemos de aprender a cumplir nuestras promesas y no prometer cosas que, de antemano, se sabe que cuentan con mucho sacrificio, sacrificio que no nos arriesgamos a hacer.
¿Hay instrucciones para cumplir una promesa? Yo creo que sí. Todas se deducen a una regla clara y sencilla, tan solo cumplir con lo prometido.

3 de mayo de 2012

Caminos.


En Alicia En El País de Las Maravillas, Alicia le pregunta al gato que camino debe tomar. El gato responde con una pregunta “eso depende en gran parte de a donde quieras llegar”. “No me preocupa mucho a donde quiero llegar” le responde pícaramente Alicia al gato. El gato le responde que si no le preocupa a donde llegar poco importa entonces el camino. 


Porque lo sepamos o no estamos en un camino, en nuestro camino. Cuando nos encontremos en el último segundo de nuestras vidas miraremos hacia atrás y veremos un camino y a donde hemos llegado. Así hacemos nuestro camino, caminando. Caminando escribimos nuestro destino. Debemos dejarnos llevar, como flotando en el viento. Hay que dejar que el viento nos lleve a nuestra siguiente aventura. Tal vez ahora más que nunca necesitamos dejar que el viento nos guíe, total nada nos puede pasar, solo crecer.