27 de abril de 2012

Amor.



Muchas veces nos preguntamos si el amor es complicado, si es caprichoso, si es cruel o egoísta, o simplemente, si es injusto. ¿Cómo es el amor? ¿Posesivo? ¿Celoso? ¿El amor es una angustia de todos los días? ¿Es traicionero? ¿Desilusiona? ¿El amor duele? ¿El amor es soledad? ¿El amor va y viene? ¿Cómo es el amor?
Todos vivimos en la eterna preocupación de que nos amen. Vivimos preocupados y hacemos cualquier cosa con tal de que nos amen, incluso dejar de ser nosotros mismos. Pero, que es lo que importa más ¿amar o ser amado? El idiota que se pasa encontrando “al amor de su vida” cada cierto tiempo ¿no es más feliz que el que quiere sólo que lo amen? Si las cosas van mal, el que de verdad ama la lucha, contra viento y marea, cueste lo que le cueste, lo que quiere es amar. Cuando alguien ama, le importa más la otra persona que si mismo. Cuando amas haces cualquier sacrificio por el otro, nada te hace más feliz que ver a la otra persona feliz y nada te hace más triste que ver a la otra persona triste.
Cuando uno ama, ama hasta el punto de renunciar a ese amor, por ese amor. Y ¿Quién haría algo así? No lo hacemos porque nada nos alcanza, queremos que ellos o ellas renuncien a todo, que se sacrifiquen, que lo den todo, y si no es así significa que no nos aman. Vivimos dándole al jueguito del “tú primero”, colocamos una mampara ante nosotros y solo la rompemos cuando nos damos cuenta que la otra persona ya dio todo y puede sufrir tanto como nosotros. Somos egoístas al pensar que no nos podemos arriesgar sin que la otra persona lo haga, “¿me extrañas? ¿Tú me extrañas?”, no nos animamos a dar el primer paso por miedo a ser rechazados y nos quedamos ahí, parados como idiotas dejando que se nos vaya lo que pudo ser el amor de nuestras vidas.
El que ama, ama. Ama lo que le gusta, lo que no le gusta, lo que nunca le va a gustar. El que ama no es un quisquilloso como solemos ser todos, que siempre estamos ahí buscándole tres pies al gato, buscando esa falla para decir “ves, no me amas tanto como dices, no me amas como merezco, no me amas hasta el infinito”. El amor consta en entregarse, es querer que el otro sea feliz, es que el otro sea más importante que uno mismo. Uno no encuentra el amor, el amor te encuentra, y cuando te encuentra te arrasa, te da vueltas, te transforma en aire, y lo único que llega a importar es amar, amar de frente, sin razones, sin especulaciones, sin esperar que esa persona lo diga primero, nos lanzamos a la piscina sin quedarnos a pensar si está llena o no, y si no está llena no nos importa darnos de cara, porque amamos. Amar y solo amar, porque en eso consiste todo. 

1 comentario:

  1. Es muy cierto... el verdadero amor es proactivo, da el primer paso, y como dice 1 Corintios 13:4
    El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad.
    Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser.

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